Resumen de noticias:El crecimiento del PIB de China cayó bruscamente a un 4,7% interanual en el segundo trimestre, lo que generó preocupaciones sobre el cumplimiento de su objetivo de crecimiento anual y provocó llamados a acelerar las medidas fiscales.
Plomo:La economía de China se aceleró a un ritmo decepcionante del 4,7% interanual en el segundo trimestre de 2023, frente al 5,3% del primer trimestre, mientras los expertos advierten que el objetivo de crecimiento anual del país del 5% está en riesgo debido a una combinación de demanda interna en declive y crecientes tensiones comerciales, lo que hace necesario un gasto fiscal urgente, según el economista de Standard Chartered, Hunter Chan.
Cuerpo Principal:
En una desaceleración significativa, el crecimiento del PIB de China cayó bruscamente a un 4,7% interanual en el segundo trimestre de 2023, por debajo de las expectativas del mercado del 5,1% y marcando un descenso respecto al 5,3% registrado en el trimestre anterior. El último informe de Standard Chartered indica que la tasa de crecimiento del PIB nominal fue aún más preocupante, expandiéndose solo un 4,0% interanual. El informe destaca las presiones deflacionarias que contribuyen a estas cifras débiles.
“El crecimiento del PIB se desaceleró en el segundo trimestre, lo que confirma los datos del PMI y otros indicadores que señalaban una desaceleración, y con el crecimiento del PIB nominal tambaleándose, el objetivo de crecimiento anual del 5% parece cada vez más fuera de alcance”, declaró Chan.
Los datos de junio presentaron un panorama mixto: la producción industrial creció un sólido 5,3% interanual, pero las ventas minoristas y la producción de servicios experimentaron una desaceleración, registrando tasas de crecimiento de solo el 2% y el 4,7% interanual, respectivamente. En contraste, la inversión inmobiliaria continuó su tendencia a la baja, contrayéndose casi un 10% interanual.
La falta de una demanda interna robusta se vio subrayada por la continua presión en las perspectivas de exportación de China, que están empañadas por el aumento de las tensiones comerciales, especialmente con Estados Unidos y la Unión Europea, quienes recientemente impusieron aranceles a los vehículos eléctricos chinos. El entorno sugiere una posible escalada en las medidas arancelarias tras las próximas elecciones en Estados Unidos en noviembre.
Chan señaló que, "La oferta continuó superando a la demanda interna", una observación que está generando una presión creciente sobre los responsables políticos de China para que introduzcan medidas concretas destinadas a impulsar el consumo interno.
Con las opciones de política monetaria limitadas, Standard Chartered sugiere que las políticas fiscales y de vivienda deberán tomar la iniciativa para revitalizar el crecimiento. Chan anticipa una serie de recortes de tasas y reducciones en el coeficiente de reservas obligatorias (RRR) a medida que se aclaren las perspectivas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, afirmando: "Esperamos un recorte de 10 puntos básicos en la tasa de política tanto en el tercer como en el cuarto trimestre, junto con un recorte de 25 puntos básicos en el RRR en el tercer trimestre".
En anticipación a la reunión del Politburó a finales de julio, los expertos están pidiendo medidas inmediatas para estimular la demanda interna. "Aumentar el gasto fiscal mediante la utilización completa de los ingresos por emisión de bonos y reducir el inventario de viviendas probablemente estarán en la parte superior de la agenda política", añadió Chan.
El prolongado período de ajuste económico indica que los motores de crecimiento de China siguen siendo desiguales. Los resultados de producción industrial de junio reflejan un sector manufacturero resiliente, pero el mercado minorista ilustra la indecisión del consumidor que enfrenta la economía, reflejando incertidumbres globales, como posibles aranceles y tensiones geopolíticas en curso.
Dados estos desarrollos, existe una creciente urgencia para que el gobierno de China adopte una postura fiscal agresiva para mitigar el posible impacto económico negativo y garantizar que se cumplan los objetivos de crecimiento. A medida que evolucionan las condiciones económicas, las partes interesadas en la infraestructura financiera de China deberán alinearse estrechamente con estas estrategias fiscales para estabilizar el crecimiento.
Conclusión:
Los importantes desafíos económicos destacados por la reciente disminución en el crecimiento del PIB subrayan la necesidad de políticas fiscales proactivas en China. Los analistas esperan que la próxima reunión del Politburó produzca estrategias destinadas a revitalizar el gasto de los consumidores y mejorar el marco económico general. A medida que la situación evoluciona, los inversores en divisas y las partes interesadas deben monitorear de cerca los cambios en las políticas que podrían afectar el panorama fiscal en una de las economías más grandes del mundo.
Fuentes: