Resumen de noticias:Las conversaciones comerciales entre EE.UU. y China se estancan por desacuerdos sobre compras agrícolas, eclipsando el testimonio del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que confirmó condiciones económicas positivas.
Plomo:Las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, destinadas a extender una tregua arancelaria, enfrentaron desafíos esta semana en Estocolmo por los acuerdos de compra agrícola, mientras el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, presentaba su testimonio semestral ante el Congreso, afirmando la idoneidad de la política monetaria actual.
En una semana crítica para los mercados globales, las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China lucharon por ganar impulso, ya que ambas partes enfrentaron desacuerdos significativos sobre las compras agrícolas. Las discusiones, descritas por los funcionarios como "constructivas", no resultaron en un acuerdo, lo que generó preocupaciones sobre la posible reinstauración de fuertes aranceles tras la expiración de la tregua actual el 12 de agosto. El Secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, quien lideró la delegación estadounidense, enfatizó durante una conferencia de prensa que se necesitan más discusiones, insinuando el papel decisivo del presidente Trump en extender la tregua.
"Sin un acuerdo, podríamos volver fácilmente a los altos aranceles que estaban previamente vigentes", declaró Bessent, destacando la importancia de continuar el diálogo. Los representantes chinos reconocieron sentimientos similares, expresando el deseo de mantener la pausa arancelaria actual, pero sin proporcionar resultados específicos de las conversaciones.
Mientras las negociaciones comerciales en curso ocupaban el centro de atención, el testimonio del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en el Congreso reforzó la resiliencia de la economía estadounidense. En su declaración semestral Humphrey-Hawkins, Powell reiteró que la política monetaria sigue siendo adecuada para fomentar un crecimiento económico sostenido. "La economía de Estados Unidos va bien", declaró Powell, logrando calmar los temores inmediatos sobre una posible recesión a pesar del entorno tumultuoso.
Las reacciones de los inversores a las declaraciones de Powell fueron algo moderadas, dadas las preocupaciones que eclipsan las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China. Powell enfatizó que se estaban monitoreando de cerca las presiones inflacionarias, especialmente a la luz de los recientes datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE. UU., que mostraron un aumento mensual del 0,4%, superando las expectativas.
El estancamiento en las negociaciones entre Estados Unidos y China tuvo un efecto inmediato en la aversión al riesgo global, lo que provocó una caída del sentimiento del mercado al mediodía. Informes de Dow Jones indicaron que las crecientes incertidumbres sobre las compras agrícolas contribuyeron al malestar del mercado. La respuesta más lenta del mercado financiero destacó el delicado equilibrio que los inversores deben mantener al navegar entre las conversaciones comerciales y los indicadores económicos nacionales.
En el ámbito de las divisas, el dólar neozelandés se posicionó como la moneda más fuerte del día, respaldado por la inesperada decisión del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda de mantener las tasas de interés. En contraste, el dólar canadiense tuvo dificultades a pesar del aumento correlacionado en los precios del petróleo.
Los rendimientos del mercado de valores fueron variados, con los índices estadounidenses cerrando en territorio positivo después de un breve período de volatilidad. Las empresas de servicios públicos lideraron las ganancias, mientras que los sectores financieros se quedaron atrás, reflejando los sentimientos más amplios del mercado hacia sectores expuestos a incertidumbres comerciales.
Los negociadores se centran especialmente en abordar los compromisos de compra agrícola de China, en medio de las críticas continuas de Estados Unidos sobre las prácticas comerciales de China. Las discusiones no solo giran en torno a los niveles arancelarios, sino también a preocupaciones más amplias relacionadas con los derechos de propiedad intelectual, los subsidios estatales y el acceso al mercado. Las próximas reuniones se perciben como críticas, con predicciones que indican un 75% de probabilidad de que el presidente Trump enfrente un juicio político, lo que complica el panorama político para las negociaciones comerciales.
Además de la mezcla de conversaciones económicas, el testimonio de Powell pareció simplemente hacer eco de la necesidad de enfoques pragmáticos para garantizar la estabilidad económica. "Seguimos esperando un camino gradual hacia tasas de interés más altas, dadas las condiciones económicas prevalecientes", agregó Powell, reforzando el compromiso de fomentar la salud económica a largo plazo en medio de los desafíos actuales.
“Discusiones constructivas” ha surgido como el término que resuena en los pasillos tanto del Tesoro de EE.UU. como del Ministerio de Comercio de China. Cada delegación se mantiene firme en sus respectivos intereses nacionales mientras busca concesiones mutuas que aprovechen la cooperación económica en beneficio de ambos.
Las fluctuaciones en las negociaciones comerciales también tuvieron consecuencias tangibles para los actores corporativos clave. AMD, destacada en 2019, experimentó un aumento del 2% después de asegurar una notable asociación con el gigante tecnológico chino Tencent, que utilizará sus chips. En contraste, Walt Disney subió un 7% cuando su servicio de transmisión recién lanzado, Disney+, superó los 10 millones de suscriptores en los primeros días de su inicio.
Por el contrario, el sector de la marihuana enfrentó reveses, con Tilray reportando una pérdida por acción. Esta yuxtaposición subraya la volatilidad experimentada por sectores sensibles al comercio y a los sentimientos económicos.
A medida que avanzan las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China, el potencial de una extensión de la tregua arancelaria sigue siendo un punto clave de atención, ensombrecido por la incertidumbre y la volatilidad en los mercados globales. La dinámica actual de las negociaciones comerciales, junto con las garantías de Powell sobre la estabilidad económica, sin duda seguirán moldeando los panoramas financieros. Los inversores seguirán de cerca los cambios en las relaciones comerciales, conscientes de los inevitables efectos dominó que pueden influir.