Resumen de Noticias:Se espera que los oligarcas adinerados en Indonesia mantengan su influencia económica y se beneficien de las próximas elecciones presidenciales, independientemente de si Prabowo Subianto u otro candidato gana.
Plomo:Un grupo de oligarcas indonesios influyentes promete apoyo al candidato presidencial Prabowo Subianto, subrayando el dominio perdurable de la riqueza en la política indonesia mientras la nación se prepara para sus elecciones presidenciales el 14 de febrero de 2024.
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En una reunión destacada en un café de Yakarta el mes pasado, el oligarca indonesio Garibaldi Thohir declaró la profunda influencia económica que posee la élite empresarial, afirmando: "En esta sala quizás se encuentre un tercio de la economía de Indonesia". Esta declaración refleja los importantes recursos económicos que poseen unos pocos individuos poderosos, incluso cuando Indonesia se prepara para unas elecciones presidenciales que podrían reconfigurar su panorama político.
Los comentarios de Thohir marcan un cambio de lealtad en comparación con hace cinco años, cuando su hermano, Erick Thohir, fue clave en la campaña del presidente Joko Widodo contra Prabowo. Con Widodo imposibilitado de postularse para un tercer mandato, ha respaldado implícitamente a Prabowo, quien compite nuevamente por la presidencia, esta vez junto a su hijo, Gibran Rakabuming Raka, como candidato a vicepresidente.
Prabowo, quien ha enfrentado acusaciones de abusos a los derechos humanos y fue prohibido en los EE. UU. por sus supuestas acciones durante el turbulento pasado de Indonesia, expresó gratitud por el nuevo apoyo de influyentes empresarios. Reconoció la importancia de su respaldo, diciendo: "Ahora entiendo por qué perdí las elecciones presidenciales dos veces; en ese entonces, no fui invitado aquí".
La influencia de los oligarcas sobre la política indonesia persiste más de dos décadas después de la caída del poder de Suharto, que marcó el inicio de una nueva era democrática. A pesar de las elecciones y reformas destinadas a democratizar el sistema político, los conglomerados—muchos de los cuales acumularon riqueza durante el gobierno de Suharto—siguen dominando las decisiones políticas y extrayendo ganancias cada vez mayores de los vastos recursos naturales de Indonesia.
Según informes de la Red de Defensa de la Minería de Indonesia, hasta la mitad de los legisladores en el parlamento moderno tienen vínculos con el sector minero. El analista Dedi Dinar declaró: "Indonesia está gobernada por la oligarquía—las élites políticas y las élites empresariales—y cuando se trata de sus intereses, creo que se superponen".
Los últimos años han visto al presidente Widodo rodeado de élites políticas y empresariales en lugar de desmantelar este poder arraigado. Las tácticas de su administración para aprovechar el apoyo oligárquico implicaron compromisos con antiguos adversarios, incluido Prabowo, quien ahora actúa como ministro de defensa en el gabinete de Widodo.
Las políticas de Widodo han buscado posicionar a Indonesia como la cuarta economía más grande del mundo para 2045, pero en gran medida han beneficiado a los ricos. Forbes reportó un asombroso aumento del 40 por ciento en la riqueza de los individuos más acaudalados del país el año pasado, sumando $252 mil millones.
El problema sigue agravado por diversas regulaciones que continúan favoreciendo a los oligarcas y reduciendo las oportunidades para una representación más amplia. Los periodistas han expresado su preocupación porque la representación electoral sigue siendo en gran medida inalcanzable para los ciudadanos comunes, ya que los candidatos presidenciales deben obtener un respaldo significativo de los partidos existentes o un cierto porcentaje de miembros del parlamento, una regla que aún no ha sido revocada a pesar de haber sido impugnada en el tribunal constitucional en numerosas ocasiones.
Los críticos de la administración de Widodo también han señalado intentos de limitar el organismo anticorrupción, lo que ha generado percepciones de "regresión democrática". Además de enfrentar resistencia de movimientos sociales, la corrupción sigue siendo alta, con un ranking de 2023 de Transparency International que sitúa a Indonesia en el puesto 115 de 180 en su Índice de Percepción de la Corrupción.
La noción de política dinástica se ve aún más incentivada por las estrategias de Widodo para asegurar su legado a través de la participación política de sus hijos. Que su hijo mayor se postule junto a Prabowo ha generado preocupaciones sobre posibles conflictos de interés y si estos lazos familiares refuerzan aún más la presencia de la clase oligárquica en el gobierno.
A medida que Indonesia se acerca a las elecciones presidenciales del 14 de febrero y enfrenta un escrutinio significativo por parte de observadores internacionales preocupados por posibles giros autoritarios, el enfoque sigue en cómo los oligarcas continuarán moldeando el panorama electoral. Con tres candidatos principales en la contienda, todos vinculados a esta clase oligárquica, la pregunta persiste: ¿florecerá la democracia o la influencia de la riqueza opacará las voces del pueblo indonesio?
Conclusión:
Las próximas elecciones presidenciales en Indonesia representan un momento crucial para evaluar el impacto duradero del poder oligárquico en la democracia del país. A medida que las dinámicas políticas continúan evolucionando entre diversas fuerzas, los resultados servirán como un barómetro para la salud de las instituciones democráticas de Indonesia y si puede contener la influencia de las élites adineradas en favor de una mayor representación para todos los ciudadanos. Los desafíos sistémicos incrustados en los marcos políticos y económicos ofrecen un recordatorio persistente del arduo trabajo necesario para garantizar que los ideales democráticos de Indonesia no sean sofocados por su legado de oligarquía.
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